Introducción
“todos sentados, estamos llegando al aeropuerto de Buenos Aires”.
La pantalla del respaldo del asiento muestra como el avioncito lentamente
aterriza.
“Avioncito
Lentamente
Aterriza”
Mi cerebro lo repite frenéticamente.
Aterriza, aterriza, aterriza, aterrizamos, vosotros
aterrizareis, aterrisarás…. ¿En donde? ¿Por qué y cómo?
Quiero seguir volando, no quiero bajar, no se si hay suelo
y si lo hay puede que me muerda violentamente un cráter y puf! Polvo violeta!
Desparecí.
Gotas, mas gotas, mi rostro derretido por el acido de las
lagrimas, no sé porqué vuelvo, que hago acá, nada tiene sentido.
Total que llegué, volví de mi viaje de mochilera por Sudamérica.
Avión de Bogotá a Eseiza.
No estaba lista para llegar, cobarde, cobarde, cobarde.
“No estoy lista para continuar… se siente el humo digital,
con su megáfono, gritando: “la vida no tiene sentidoooo!!! vida, vida, vida…. con fecha de vencimiento aleatoria PERO
SEGURA. Entonces, para qué comer de ese frasco, si está etiquetado su
fallecimiento. Insólito.”
Las palabras escritas comienzan luego de volver a Buenos
Aires en abril del 2011, después de tres meses de mochila. Me quede sin plata y
tuve que recurrir a mi viejo para que me ayude a volver. No tuve el valor para
continuar y autoabastecerme, autoexistir, autoalimentarme ni auto ni bici, ni
triciclo ni nada.
Bajé la cabeza ante el miedo y tuve que interrumpir el
viaje en Bogotá, nunca llegué al Parque Tayrona que tanto quería.
Cocos, mar, cocos, mar. Isla, bosque, cocos mar. Libertad y
paz.
No lo logré.
En mi regreso, abrí la puerta de mi departamento y me
encontré con una suerte de desconocimiento brutal de mí ser con el espacio, la
realidad, y el tiempo. Esto se enredó con una identificación masiva a una
existencia que se desplomaba en micros segundos.
A partir de allí todo comenzó…. ELLA se instaló en mi casa.
ELLA, la muerte certera y la vida efímera. La sobreconciencia
de todo ésto me congeló el cuerpo con rojo petróleo.
No tenía ganas de vivir, pero tenía miedo a morir…
Las “casualidades” de la vida hicieron que comience a ir a
una psicóloga (Carolina Pinto, genia, genia, genia)… después a una psiquiatra….
después pastillitas de distintos colores… después nutricionista… después
grupos….
Riesgo, autocuidado, riesgo, autocuidado….
ALTO VOLTAJE. (opcit Carolina pinto)
Ojo, cortocircuito a mano…
Trastorno alimenticio y trastorno limite de la
personalidad. ¿Bella combinación?
Yo no soy ni una ni otra cosa
NI ANOREXICA NI BORDERLINE.
Yo TRANSITO lo que vivo, pero no me defino. No somos un
catalogo sino que respiramos un proceso.
Recontra re mil jodido el proceso, pero que se puede salir
si se mira con el lente adecuado.
Resumiendo, este blog es un “rejunte” de todos mis
pensamientos, sentimientos, delirios, fantasías, ambigüedades,
autodestrucciones, sueños y etcéteras que aleteaban en la mente que decidí
bajarlas en letras sin ningún tipo de filtro.
El ser humano, sus emociones y pensamientos no tienen la poética
aristotélica con sus patéticos y neolíticos comienzos medios y fines. No tienen
una linealidad discursiva, temporal ni nada por el estilo. La idea de publicar un libro o blog.... representa la fragmentación de catarsis, lo impredecible y el escupitajo de mi
masa encefálica aglutinada en ambigüedades.
Varios cuadernitos negros, papel de madera, 60 hojas como máximo…
de allí… todo lo que soy es una ilusión…
Como creo que todo lo que nos rodea es una percepción de
nuestras mentes, y la realidad la creamos nosotros, sientan el “libre albedrío”
de interpretar estas palabras como les parezca, con sus errores, con sus a-temporalidades
y con sus evidentes estallidos.
Podría haber quedado guardado en una caja, como tantos
otros escritos… pero decidí animarme a publicarlo porque siento que somos muchos los que vivimos estas situaciones.
PUBLICAR MI VULERNABILIDAD
MATAR A LA
INEXISTENTE MUJER
MARAVILLA.
Si te identificas con lo dicho anteriormente y llegó a tu
mano espero que te sirva para que sepas que no estas solo/a.
Que aunque parezca que todo está perdido…. es solo una ilusión…
y es nuestra decisión descuartizarla a ladrillazos (o no).
Si no te identificas… quizás podes comprender mejor y
ayudar de manera mas sabia a algún amigo/familiar que transita estas
secuencias.
Sino te pasa nada, haga de cuenta que nunca escuchó este
mensaje… piiii, cuelge.
En fin, a quien le llegue estos escritos y lo tenga en sus manos
en este momento, les agradezco que se animen a leer los oleajes mas profundos y
desquiciados de quien les habla.
Salgamos del cómodo y sangriento cuarto oscuro
Salut!
Agradecimientos
A quien fue mi primera psicóloga, Carolina Pinto, durante
casi dos años. Profesional que rompió con todos mis prejuicios de los “análisis
psicológicos delegados a desconocidos”. Profesional y persona. Combinación que
expresa su zarpada vocación por ayudar. AYUDAR (repito, ayudar) y NO explicar
la mente como si fuera un cubo rubik cual hay que armar desprendiéndose el
composé de colores siempre derivados de alguna infancia freudiana…. utilizando su respectivo protocolo de distanciamiento al
vinculo con su paciente. NO.
Profesional de la psicología con VOCACIÓN.
Vocación, entiéndase, preocupación por el otro, cariño,
entendimiento y acción.
“Las emociones son oleajes, o las surfeas o te ahogas”, “te
veo que vas patinando arriba de un jabón hacia Catamarca”, “yo quiero a mis
pacientes vivos”, “las emociones son todas validas, ninguna es errónea, todas
de por sí son y existen, no te invalides”
NO TE INVALIDES
“hiciste lo de los
hielos?.... llámameeeee a cualquier hora.. llamame….” “Las cosas a veces son
muy sencillas, pero nos rebuscamos. Lo mas importante es que puedas hacer valer
tus emociones, expresarlas y dejar que vuelvan… dejarte querer, animarte a
decir, hola, estoy triste, necesito mimos”
Ayudaste a que me anime a vivir, a descubrir y permitirme
el amor por mi, para mi y de mi para que el eco de la gente que me quiere
llegue y quiebre las puertas pentagono de mi ser. Que pueda reconocer amor como venga, en sus
diferentes formas, tamaños y colores.
VERLAS SIN RECORTAR LAS ESCENAS DE LA PELICULA….
abrazarlas en su autenticidad. Si estoy viva es por algo importante…
Acá estoy…
Siempre te voy a recordar como aquella persona que me sacó
de la vanquina en donde sobrevivía a cuotas y me levantó, ya sea a patadas, a
risas, a retos, a consejos o a una simple mirada para que poco a poco me anime
a caminar sintiendo cada momento de la vida como lo que es, algo único y mío.
No hay dos.
Me sacaste de la vanquina de autodestrucción, con
conocimiento y acción.
Me sacaste de la vanquina con amor.
(Tu ex paciente, la coloradita, quien supongo recordarás
por la pared de tu departamento a medio pintar…)
Gracias.
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